La circuncisión está llena de mitos. Es un rito religioso practicado desde hace más de 5 mil años por los judíos al nacer sus hijos varones. Se ha especulado mucho sobre ella y hay inquietud acerca de qué tan necesaria, importante y beneficiosa es. La circuncisión se trata de la extirpación quirúrgica del prepucio o piel que cubre el glande.
La circuncisión es indicada para patrocinar mejores hábitos y costumbres de higiene al evitar la acumulación de esmegma, sustancia que protege y lubrica el espacio prepucial, que al acumularse produce mal olor. También se recomienda para la prevención de enfermedades como infecciones urinarias, cáncer de pene y de transmisión sexual como el sida. (Esto último se vio en la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida, en México). Incluso, investigaciones han demostrado que las mujeres judías presentan menos incidencia de cáncer de cuello uterino, enfermedad ocasionada por el virus de papiloma que se contagia en las relaciones sexuales. En estos tiempos modernos, en que se buscan tratamientos más efectivos para enfrentar las infecciones de transmisión sexual, la circuncisión debe ser tomada en cuenta como medida de prevención.
Además, se recomienda en fimosis, cuando la piel del miembro viril sobrepasa el glande y forma un anillo externo muy estrecho que no permite que se deslice en erección. Otro problema es la parafimosis, en el que el prepucio forma un anillo detrás del glande que causa una suerte de obstrucción en el miembro viril.
Ambas molestias generan inflamación e infecciones. Entonces se aconseja hacerse la circuncisión. Esta permitirá sacarse la piel abundante y liberar el glande.
La circuncisión también mejora la vida sexual porque hay un aspecto bastante más masculino del hombre respecto a la sexualidad. Su rendimiento sexual se incrementa, retrasando la eyaculación y haciendo que los encuentros íntimos sean más prolongados.
Sin duda, es ventajosa. Sin embargo, debe ser recomendada y practicada por un especialista. Es una operación simple, que no es peligrosa, y en adultos se realiza con anestesia local.